Tartini - El trino del diablo



El trino del diablo



“Una noche, en 1713, soné que había hecho un pacto con el diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien, todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mi alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano.
La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que he escrito y aún la llamo “La sonata del diablo”, pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre”
Así decía la singular carta del violinista barroco Giuseppe Tartini a Joseph-Jerome de Lalande, un astrónomo francés a quién confesaba el sueño que le llevaría a componer su mas destacada obra y que le haría finalmente ser mas conocido y famoso.

Giuseppe Tartini un violista del barroco italiano, Nació en 1692 y falleció en 1770.,su vida fue programada por su familia para la vida eclesiástica, pero en 1713 colgó los hábitos y se casó con una mujer modesta, protegida del Cardenal Cornaro de Padua. Esta situación le enemistó con el cardenal razón por la que hubo de refugiarse en el monasterio de Asís, lugar donde siguió practicando y estudiando, paradójicamente, fue en este santo lugar en donde
concibió su famosa obra, la Sonata en Sol menor Opus 1 N° 4; mas conocida como “El trino del diablo”.


Tartini se convirtió en el virtuoso del violín de su época, de manera tan importante que sus innovaciones en la escritura para este instrumento, solo vinieron a ser superadas en el siglo XIX, por otro grande: Niccolo Paganini.

Su obra que comprende más de 125 concierto para violín. Dejando además algunos estudios teóricos como el "Trattato di música" publicado en 1754.


El análisis de la obra: Vanessa Mae Vanakorn Nicholson

Sonata en Sol menor Opus 1 N°4
Se divide en tres movimientos:

1.- Larghetto, ma non troppo
2.- Alegro Moderato
3.- Grave – Allegro Assai


1. Larghetto, Ma Non Troppo. El violín hace una dulce entrada, con suaves tonos, para ir subiendo en un crescendo melancólico. Sus notas son largas y graves. Aunque será acompañado durante los tres minutos por un sutil clave, este se mantendrá en un discreto segundo plano. Cae en silencio a los treinta segundos. El publico esta expectante. Retoma su ligero canto. De repente, el violín despierta de su tristeza al minuto y quince. Dos compases de tonos más agudos, más encendidos, que se apagan veloces, para regresar al tono grave y serio del principio. Y aunque las ultimas notas lucen y parecen intentar vencer a los oscuros dos minutos y medio que las preceden, se apagan velozmente.



2. Allegro Moderato. Cambio de tono. Un violín trepidante, como el tono de una caballería que ataca, arranca este movimiento. El segundo es el movimiento más difícil de los tres, con el trillo dominándolo por completo. El clave aparece y desaparece, junto con el resto del acompañamiento grave. Y aunque pueda parecer que también lo acompaña un segundo violín, aquí radica la belleza del Trino del Diablo. La doble pausa es el sello inconfundible de esta sonata, exigiendo que el solista toque dos notas a la vez. Quizás de aquí surgió la leyenda de los seis dedos en la mano izquierda de Tartini. El más corto de los tres movimientos.



3. Grave - Allegro Assai - Grave - Allegro Assai - Grave - Allegro Assai - Cadenza - Andante – Largo. El tercer movimiento comienza lleno de ironía. Tartini nos transporta durante poco más de un minuto, a lo sagrado de una iglesia. El órgano le ordena silencio al violín, para pasar de ser el acompañamiento al instrumento principal. La idea de que el Diablo escribiese una pieza tan sacra no deja de tener su gracia. El Allegro Assai es quizás la parte mas conocida del Trino. Comienza un tono alocado durante casi un minuto, volviendo a exigir la partitura el trillo con doble pausa. Pero el órgano, que ha conseguido soportar la carrera, vuelve a hacer preso al violín al acabar la segunda parte y reitera su presencia con tonos graves. El Grave y Assai se confunden, se mezclan, se pelean, recordando a las estaciones de Vivaldi, hasta casi alcanzar los cinco minutos. La Cadenza muestra la virtuosidad del violinista, y sin llegar a durar un minuto, es errática, aguda, violenta. Y con un Andante mas relajado, Tartini alcanza un clímax en la forma de un Largo con las notas del primer movimiento, como recordándonos que todo, aunque acabe, es el principio de otra cosa.








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Páginas de interés:

- Biografia de Giuseppe Tartini
- Partitura "El trino del diablo"


Info: Wikipedia/ classisima.com/ biografiasyvidas.com










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