Orfeo y Eurídice.




Christoph Willibald von Gluck


Orfeo y Eurídice es una ópera en tres actos compuesta por el músico alemán Christoph Willibald Gluck, (2 julio 1714 – 15 noviembre 1787) el libreto corresponde a Raniero de Calzabigi. Y, está inspirada en el héroe mitológico Orfeo.


La Obra se estrenó en Viena en 1762, y tiene como particularidad que es una de las primeras obras en que Gluck pone de manifiesto hacer una reforma a la ópera, de manera que la poesía, el lenguaje y la acción de la obra reflejara la sencillez y la fuerza característica de la tragedia griega.
Selección
Agradecimientos a canal de :  La Casa di Davide - youtube


El libreto de Orfeo y Eurídice fue pensado en el esquema de la ópera Italiana, sin embargo tiene mucho del género de la ópera francesa;los recitativos con acompañamiento y en lo vocal la desaparición total del virtuosismo.


Doce años después Gluck adaptó la ópera para el gusto del público francés, llamándola Orphèe et Eurydice, a la que hizo cambios múltiples; en el reparto vocal y la orquestación.
Pero en realidad son tres las versiones de la ópera realizadas por el propio Gluck.
La primera; para el estreno en Viena año 1762, escrita para Gaetano Guadagni, un castrato con tesitura de contralto.
La segunda; para las presentaciones en Parma en 1769 en la que Gluck ya inicia los primeros cambios, puesto que adapta la parte del protagonista para otro castrato, Giuseppe Millico, que poseía la tesitura de soprano.
Y, finalmente la tercera , para su adaptación en París en 1774, traduciendo la obra al francés y el protagonista es ahora a un tenor, pero de tesitura muy aguda.



Orfeo y Eurídice
Ópera en tres actos

Personajes

Orfeo - mezzosoprano, contralto o tenor (según la versión)
Eurídice - soprano
Amor - soprano

Pastores y ninfas, furias y espectros del infierno, héroes y heroínas de los Campos Elíseos, seguidores de Orfeo — Coro


Argumento
La acción se desarrolla en la Grecia mitológica.

Acto I

Montículo de la costa helénica en el cual está emplazado un túmulo funerario. El afligido Orfeo llora con desconsuelo sobre la marmórea losa que cubre los restos mortales de su amada Eurídice, fallecida recientemente. Coreado por los amigos que le han acompañado hasta el fúnebre lugar, canta una conmovedora aria (Chiamo il mio ben). Orfeo está dispuesto a realizar cualquier sacrificio, por enorme que sea, a afrontar el más espantoso peligro, con tal de rescatar de su tumba a su hermosa prometida. Así lo ofrece a los dioses en un heroico recitado en el cual les invoca suplicante y les increpa al mismo tiempo, por lo crueles que con él han sido. Como respuesta a sus palabras, se le aparece el dios Amor, que acude a su conjuro.
Éste informa al desesperado mancebo que el omnipotente Zeus ha oído sus lamentos e imprecaciones y enternecido por su dolor le permite llegar hasta el mundo lejano e invisible de los dioses y las furias, en donde podrá luchar para recobrar a su amada. Primeramente deberá vencer la resistencia de Plutón y los espíritus malvados que le rodean, quienes tratarán de impedirle la entrada a la mágica región; para luchar con ellos no debe emplear otra arma que el encanto de su voz y la seducción de sus canciones. Otra advertencia importante es la de que, una vez encuentre a Eurídice, debe tener en cuenta que para efectuar felizmente su rescate no puede en ningún caso volver la vista atrás para contemplarla, hasta que hayan atravesado las aguas pestilentes de la laguna Estigia; de no hacerlo así, su prometida moriría irremisiblemente. Orfeo acoge con gran júbilo el mensaje de los dioses, dándoles las gracias por haber atendido su ruego e implorando su ayuda para la arriesgada empresa que va a iniciar.


Acto II

Cueva sombría que sirve de entrada al averno. Aparece Orfeo, el cual es amenazadoramente recibido por las Furias que habitan en la lobreguez del antro, condenadas a montar guardia eternamente. Ellas le insultan por su osadía de haber llegado hasta allí y tratado de penetrar en aquel infernal paraje cuyo paso está vedado a los mortales. Las amenazas son cada vez más inquietantes con repetidos gritos de ¡No!, el atemorizado Orfeo trata de calmarlas, y recordando las palabras del dios Amor, recurre a su arma como cantante entonando una dulce canción en la que expresa su infinita pasión por Eurídice y la honda pena que le ha causado su muerte. Amansadas por el hechizo de la música y el son cristalino de la voz del cantante, las Furias se apiadan de sus pesares y finalmente ellos dejan paso a la nueva emoción que ahora sienten (Ah!, quale icognito affetto), y para que pueda encontrar a su amada, le permiten entrar en el terrible reino cuyo única puerta de acceso custodian. Se abren las puertas de los Campos Elíseos, valle paradisíaco, en donde los espíritus bienaventurados vagan libremente gozando por una eternidad de la paz y dicha que han merecido sus vidas ejemplares. Se escucha la Danza de los Espíritus Benditos, quienes, conducidos por uno de ellos, cantan su alegre existencia en este bello lugar(Questo asilo).
Aparece Orfeo, prosiguiendo su peregrinaje en busca de Eurídice. El coro de seres angelicales, le saludan dándole la bienvenida. Informados del deseo que le ha traído hasta allí, van en busca de su amada y se la presentan. Orfeo, al percibir la sombra adorada intenta abrazarla, loco de dicha, pero recordando la severa advertencia del dios Amor, se abstiene de ello y tomando a Eurídice de la mano se la lleva del grupo de espíritus, mirando en dirección opuesta y conduciéndola hacia los confines del valle en donde se encuentran la laguna Estigia y la salida del reino de las sombras, mientras los Espíritus Benditos los contemplan y animan a Eurídice a volver (Torna, o bella). Ella le sigue dócilmente, aunque muy extrañada de la inexplicable actitud de su amado, que en vez de demostrar su contento por el encuentro, la arrastra brutalmente sin prodigarle ni una sola mirada de afecto.

Acto III

Interior de un espeso bosque. Orfeo, que ha soltado por un instante la mano de su prometida, continúa avanzando en su camino sin detenerse y llamando a Eurídice para que le siga, pues sabe que las pantanosas aguas de la fatídica laguna no están lejos y no quiere perder tiempo en atravesarlas y alejarse de una vez de aquellos parajes de maldición. Mas la intrigada doncella, que continúa sin comprender el porqué de aquel extraño comportamiento, está celosa por lo que juzga desdén en la aparente indiferencia de su amado (Che fiero momento).Deteniéndose de pronto, se niega a dar un paso más si éste no la mira y le jura que la quiere, pues es preferible regresar a donde estaba que retornar al mundo de los vivos sin poseer su cariño. Orfeo trata en vano de resistir a este amoroso llamamiento. Olvidando la prohibición de los dioses y no obedeciendo más que al impulso de su corazón de enamorado, se vuelve repentinamente y estrecha a Eurídice entre sus brazos. Inmediatamente la bella muchacha desfallece sin vida.


Resumen de los 3 actos : Fiorellaspadone.com





"Orfeo" ejemplifica la mayoría de los principios reformistas, combinando una encauzada energía y una sublime serenidad. Pero, y pese a su intento de eliminar a los cantantes "de exhibición" (no muy bien vistos en Francia), Gluck se vio obligado a utilizar al castrato del teatro imperial vienés, Gaetano Guadagni, para el papel principal. Años más tarde, al presentar esta ópera en París, con libreto francés de Pierre-Louis Moline basado en el de Calzabigi, completó la reforma, cambiando el castrato protagonista por un tenor. El exitoso estreno de esta revitalizante versión, con libreto francés, tuvo lugar en París el 2 de agosto de 1774.


Las reformas de Gluck hiciera tuvieron mucha importancia a través de toda la historia operística.
Insignes músicos como: Weber, Mozart y Wagner, en particular, fueron influenciados por él.


Considero a la música no solo como un arte para divertir el oído, sino incluso como uno de los mayores medios para mover el corazón y encender los sentimientos”.

Christoph Gluck

OPERA Completa Classicaltv.com

Christopher Willibald Gluck
Orfeo y Eurídice

Coreografía y puesta en escena : Pina Bausch

Roles en el ballet

Orfeo : Kader Belarbi/ José Martínez/ Yann Bridard
Eurídice : Marie-Agnès Guillot/ Eleonora Abbagnato o Alice Renevand
Cupido : Miteki Kudo o Muriel Zusperreguy o Charlotte Ranson

Cantantes

Orfeo : Elisabeth Kulmann/ Maria Riccarda Wesseling
Eurídice : Svetlana Doneva/ Julia Kleiter
Cupido : Héléne Guilmette/ Sunhae Im

Las estrellas, los primeros bailarines y el cuerpo de ballet

Balthasar-Neumann grupo y coro
Dirección Musical : Thomas Hengelbrock



Páginas de Interés

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